Sí, el aire puede quedar atrapado en el sistema de refrigeración de un vehículo. Pueden formarse bolsas de aire cuando se drena el refrigerante para fines de mantenimiento o cuando el aire ingresa al sistema por otros medios, como una fuga o una tapa del radiador defectuosa. Estas bolsas de aire pueden bloquear la circulación del refrigerante, lo que da como resultado una refrigeración insuficiente del motor y posibles problemas de sobrecalentamiento.
El aire atrapado en el sistema de refrigeración puede impedir que el refrigerante fluya correctamente a través del motor y el radiador. Si no se soluciona a tiempo, esto puede provocar puntos calientes localizados dentro del motor, una menor eficiencia de refrigeración y, en última instancia, daños en el motor.
Por este motivo, el sistema de refrigeración debe purgarse correctamente después de realizar tareas de mantenimiento que impliquen drenar el refrigerante o cuando se sospeche que ha entrado aire en el sistema. La purga del sistema de refrigeración elimina el aire atrapado y garantiza un flujo uniforme del refrigerante a través del motor y el radiador, lo que mantiene un rendimiento de refrigeración adecuado.